Aunque se suele denominar como modelo, la Atención Centrada en la Persona, no es en realidad un modelo al uso, es decir, un patrón de procedimientos estandarizados y asumidos por los colectivos profesionales. Existen muchos modelos distintos que nos pueden permitir la consecución del mismo objetivo. Tampoco es una meta a la que llegar, sino un camino que deberemos recorrer cada día y que puede ir cambiando en función de las necesidades y las decisiones de las personas.